…. Y oigo susurrar en
mis pensamientos,
aquella canción,
aquella canción,
Y siento como se abre
mi pecho
y se desgarra hasta llegar a mi corazón….
y se desgarra hasta llegar a mi corazón….
Me torturo y repito
la pieza,
y las lagrimas empiezan a brotasr sin compasión,
y las lagrimas empiezan a brotasr sin compasión,
La escucho en
silencio y se me quiebra la voz;
El aire tan espeso no
logra deslizarse en mi garganta,
las melodías como látigos
azotan mi razón,
no puedo dejar de
escucharla,
tratando de convencerme
que algún día no lastimara
al menos no tanto
como hoy…
***
Y entre cada sonata
te recuerdo, mi dulce desvelo,
Siento que ya no
puedo seguirme haciendo esto!
Amarte tanto, tanto…
que ya no duermo, solo te pienso y anhelo.
que ya no duermo, solo te pienso y anhelo.
Me sigo alimentando
de tus recuerdos,
de las caricias que aún siento
de las caricias que aún siento
De tus besos que
dejaron marchitos mis labios,
sellados como con acero
sellados como con acero
Y si volvieran tus
besos….?
Se funde el acero, abre y y florece la primavera en mi…
Se funde el acero, abre y y florece la primavera en mi…
luego despierto fue
solo otro sueño...
Entonces en ese
preciso momento en el que ya más no puedo,
Escribo otro poema
para despejar mi corazón,
una prosa que
tranquilice mi dolor
y aunque ayuda
y aunque ayuda
y aunque me libera de la opresión,
al detenerse mi mano,
al detenerse mi mano,
Al dejarte de
escribir mis sentimientos inquebrantables por ti amor,
Regresan las melodías
de aquella canción,
me recuerdan que no puedo escabullirme de tal opresión
me recuerdan que no puedo escabullirme de tal opresión
y pensamientos que entre mis letras
del profundo e intenso amor que siento por vos
del profundo e intenso amor que siento por vos
aquel que en tu pecho
nunca palpito….
“Y aunque lo callo para creérmelo… sé que este “amor” de Cóncavo y
Convexo
Solo en Roberto Carlos existió! Nunca en nosotros dos”
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