jueves, 5 de mayo de 2016

Poema Todo lo que siento...




Todo lo que por ti siento, no tiene límite,
solo es un suplicio al que debo amoldarme
para no asfixiarte.

Donde el gris no te toca, ahí estaré yo,
si de luz me vistes,
o de indiferencia me colmes,
seguiré estando ahí siempre,
en tu olvido,
y en tu mente constante.
Besando tus cicatrices, viéndote eterno y feliz
abrazándote sin querer soltarte.


Si un día tu muralla se quebrantara,
y necesitas ayuda para
de nuevo levantarla...
Mis manos gentiles y mis fuerzas son tuyas,
siempre que tengas la necesidad
de reconfortarte,
Ahí estaré yo, del lado del corazón que quieras
que forme parte.

En tus ojos negros, opacos, profundos e impenetrables;
para mi simple amor, algún día quieras reflejarme...
No seré la más feliz esperando ver cuanto tardes,
pero seguiré estando aquí siempre yo, contigo,
y tú de vez en cuando conmigo,
hasta que el tiempo nos alcance.

Me agobian los brazos del peso de querer abrazarte,
y ahora incierto es el cuando poder tocarte.
Mi corazón no quiere dejar de amarte,
incondicionalmente esta amiga quiere formar de ti parte;
y tal vez solo eso llegare a ser para ti
y con ello debo conformarme.

Duelen tus pesares como si fueran "nuestros",
sé que no quieres verme cargar la cruz que tu arrastres...
Aunque mi necio corazón de ti no se aparte,
te quiero, y anhelo darte ese consuelo de la forma que más te place.

De tus días sin destino certero, quisiera formar parte,
en ese trillo que marques...
Si al menos algún día tus ojos oscuros profundos e ilegibles,
Si algún día en ellos pudieras reflejarme...
Aunque sea tu último suspiro en esta vida, ese día yo de tu
crónico corazón tener un campo estable...

De esta vida tan mía y tan tuya, tan incontrolable
me quedo yo con este amor tierno por ti,
 y tú en cualquier parte
cuando quieras conmigo estar de fiesta,
como si un destino no existiera,
ahí estaré riendo a tu lado
tan loca como quisieras que fuera.

Recuerda que te quiero de una forma inexplicable
 y que siempre puedes contar las estrellas conmigo,
desde tu cielo o desde el mío,
siempre tuya de la forma que más te place.

Un amor sin mucho sentido e incontrolable,
un sentimiento divino que se formó dentro de mi
aunque en ti no cause ningún auge.

Siempre te querré cuore mio
porque siempre en ti pude reflejarme,
y si de mis labios vinieran el aliento
para darte más respiro,
juro que sellaría mi boca a la tuya y jamás separarme.



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